Libro Consejos a los ascetas | Teófano el Recluso

Teófano el Recluso vio la luz en Chernavks, cerca de Orlov, en la provincia central de Viatka. Por haber sido el padre sacerdote de parroquia, fue también él destinado al sacerdocio. Así, cursó primero el seminario y, más tarde, pasó cuatro años en la Academia de Teología de Kiev (1837-1841). Una vez terminados sus estudios, pronunció sus votos monásticos y fue ordenado sacerdote. Después de un tiempo, llegó a ser profesor en el seminario de Olanezt y luego en la Academia de San Petersburgo. De 1847 a 1854, viajó al Cercano Oriente y a Palestina, sirviendo a la Misión Espiritual Rusa. Allí se familiarizó con los Padres y con el idioma griego.

Al retornar a Rusia, fue rector de la Academia de San Petersburgo. En 1866 presentó su renuncia y se retiró a un pequeño monasterio en Vyschen, donde permaneció hasta su muerte, la cual sobrevino veintiocho años más tarde.

Su vida de reclusión, Teófano la dividía entre la oración y la actividad literaria; en este sentido, pasaba varias horas dedicado a responder la correspondencia que le llegaba de toda Rusia.

La obra visible que Teófano ha dejado está constituida por una sustancial cantidad de comentarios a las Epístolas de San Pablo, y editó la famosa Dobrotoljubie (Contemplación del Bien), versión ampliada en ruso de la muy conocida Filocalia (Contemplación de la Belleza), compuesta originalmente en griego. Sin embargo, la principal herencia es su correspondencia, publicada parcialmente en diez volúmenes, de la cual hemos extractado los textos de estos Consejos a los Ascetas.

Editorial: Lumen
Páginas: 128