Artículos

El verdadero amor incluye el verdadero odio
El amor, que es sinónimo de caridad, es nuestra escalera más corta hacia lo sobrenatural. El amor es siempre, al principio, un descenso desde arriba: en primer lugar, Dios nos...
El verdadero amor incluye el verdadero odio
El amor, que es sinónimo de caridad, es nuestra escalera más corta hacia lo sobrenatural. El amor es siempre, al principio, un descenso desde arriba: en primer lugar, Dios nos...

Con su martirio se convirtieron en hermanos
«Tú eres Cristo, el hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16). «Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He librado bien mi...
Con su martirio se convirtieron en hermanos
«Tú eres Cristo, el hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16). «Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He librado bien mi...

El amor vence siempre
«¡Buscad a Cristo! ¡Mirad a Cristo! ¡Vivid en Cristo! Este es mi mensaje: Que Jesús sea “la piedra angular” (cf. Ef 2, 20), de vuestras vidas y de la nueva...
El amor vence siempre
«¡Buscad a Cristo! ¡Mirad a Cristo! ¡Vivid en Cristo! Este es mi mensaje: Que Jesús sea “la piedra angular” (cf. Ef 2, 20), de vuestras vidas y de la nueva...

Pascua hoy
Desde ahora todo está lleno de luz,el cielo, la tierra e incluso el infierno. El Espíritu Santo vivifica el cuerpo del Crucificado, que se convierte en el cuerpo eucarístico de...
Pascua hoy
Desde ahora todo está lleno de luz,el cielo, la tierra e incluso el infierno. El Espíritu Santo vivifica el cuerpo del Crucificado, que se convierte en el cuerpo eucarístico de...

Ausencia de Dios
Sábado Santo: día de la sepultura de Dios. ¿No es acaso, de forma impresionante, nuestro día? ¿No comienza nuestro siglo a ser un gran Sábado Santo, día de la ausencia...
Ausencia de Dios
Sábado Santo: día de la sepultura de Dios. ¿No es acaso, de forma impresionante, nuestro día? ¿No comienza nuestro siglo a ser un gran Sábado Santo, día de la ausencia...

El Salvador nos conocía a todos por los nombres...
Ah, ¡Teótimo, Teótimo! El Salvador nos conocía a todos por los nombres y apellidos, pero, sobre todo, pensó en nosotros con un amor particular cuando ofreció sus lágrimas, sus oraciones,...
El Salvador nos conocía a todos por los nombres...
Ah, ¡Teótimo, Teótimo! El Salvador nos conocía a todos por los nombres y apellidos, pero, sobre todo, pensó en nosotros con un amor particular cuando ofreció sus lágrimas, sus oraciones,...